Cine
Descubre La Trayectoria y La Pasión del Modelo y Actor Rodrigo Soares
A los 18 años comenzó su carrera como modelo, abriéndose las puertas al mundo de la interpretación.
Con varias producciones nacionales e internacionales en el currículum, destaca la película española «La manzana de Oro» como una experiencia enriquecedora. Apasionado por la televisión y el cine, Rodrigo Soares espera continuar diversificando su carrera internacional. Podemos ver al actor en la novela “Cacau”, reafirmando su pasión por la representación, donde se «siente en casa».
Durante los trabajos como modelo, fui llamado para varios castings de películas y series
Comencé mi carrera como modelo a los 18 años, y esa experiencia me abrió las puertas a la actuación. Durante los trabajos como modelo, fui llamado para varios castings de películas y series, lo que despertó en mí una curiosidad y ganas de explorar más el área de la representación. La transición fue gradual. No abandoné el modelaje, pero empecé a invertir más en cursos y talleres de actuación para prepararme mejor para los castings.
No sentí discriminación directa por venir del mundo de la moda. Cuando entré, ya había actores establecidos como Paulo Pires, Fernanda Serrano y Pedro Lima, que ayudaron a mitigar el estigma. Entiendo que, viniendo de un sector basado en la apariencia, las personas pueden pensar que estoy allí solo por eso, pero no es el caso.
Trabajar fuera de Portugal permite expandir el mercado
Trabajar en producciones internacionales, como la película española “La Manzana de Oro”, fue enriquecedor. Trabajar fuera de Portugal permite expandir el mercado, conocer nuevas personas y métodos de trabajo. La mayor dificultad fue el idioma. A pesar de hablar español, no es perfecto. Afortunadamente, el personaje era portugués, así que se esperaba el acento. Trabajé con un profesor en Lisboa para prepararme, lo que facilitó la comunicación.
El papel más desafiante fue en la serie “Terra Nova”. Fue mi primera gran serie y Joaquim Leitão, el director, solía cambiar los guiones, lo que me desafió bastante. Ese papel exigió mucho, pero fue una experiencia gratificante. Interpretar a un gitano/contrabandista que venga la muerte de su familia en la época de la pesca del bacalao fue un papel intenso y desafiante.
La mayor dificultad fue el idioma
Actuar en producciones internacionales permite notar que la única diferencia significativa entre la industria cinematográfica portuguesa y la de otros países, como España, es el dinero. En Portugal, tenemos excelentes técnicos y actores, como se ha visto con la cantidad de actores portugueses cada vez más presentes en producciones internacionales. Lo único que nos falta es dinero e inversión en cultura. El dinero compra tiempo y, consecuentemente, calidad. Ya hacemos cosas óptimas, ¡imaginen si tuviéramos más recursos para hacerlas!
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Aún no he explorado el teatro de forma profesional. No ha surgido la invitación adecuada. Sinceramente, es algo que me gustaría mucho hacer, pero sé que necesito sentirme cien por ciento cómodo con el proyecto para adentrarme en este mundo. Asisto a muchas obras en las que veo personajes que me encantaría interpretar. Vamos a ver si sucede algún día. Me gusta mucho trabajar en televisión y cine. Me gusta trabajar con la cámara, poder ver y rehacer algo en la siguiente toma. Y me gusta ver el resultado final. Siempre me ha apasionado ver mi trabajo insertado en el producto final, porque mientras lo hacemos no tenemos muy claro cómo quedará al final.
Interpretar Villanos y Diversidad de Roles
No es solo por ser el villano… es porque generalmente siempre me llaman para personajes buenos y sin grandes alteraciones de personalidad que me permitan explorar otros lados. Tanto quiero interpretar un personaje malo o villano, como me gustaría hacer más comedia, que es algo que adoro y sinceramente creo que se me da bien. Pero es todo un proceso y con el tiempo espero hacer de todo y mucho más.
Evolución del Cine y la Televisión en Portugal
Claramente estamos evolucionando en la dirección correcta. Series como «Rabo de Peixe» y otras que han llegado a plataformas de streaming son señales de que tenemos productos de calidad. También tenemos cada vez más representantes de cine en los grandes festivales internacionales, actores trabajando fuera. Así que sí, creo que estamos en el buen camino y para los actores es una buena época, porque ya no necesitamos estar en Madrid, Londres o Los Ángeles para hacer castings presenciales. Hoy en día se envía una self-tape (casting hecho en casa) a cualquier parte del mundo y luego solo queda esperar.
Adoro Portugal y mi estilo de vida aquí, pero en términos financieros no se compara con España, por ejemplo. Y claro que esa disponibilidad financiera también permite hacer cosas mejores y con más tiempo. Por eso, aunque me encanta trabajar aquí, no cierro puertas y, por el contrario, intento abrir cada vez más mis posibilidades de trabajar fuera.
Experiencia en «Cacau»
En “Cacau”, interpreté a Vasco. Ahora ya terminé de grabar “Cacau” hace unos meses y fue muy bueno. Volví a ver a algunos compañeros como José Condessa, que trabajó conmigo en su primera novela (Jardins Proibidos), pero pasan años sin que nos veamos o tengamos la oportunidad de actuar juntos nuevamente. En esta novela tuve la oportunidad de reencontrar a varios y fue un proyecto que me gustó mucho, no solo por eso, sino también por el éxito que tuvo con el público. Es la prueba de que una novela bien escrita (por Maria João Costa) y dirigida (Edgar Miranda) no está fuera de moda… las personas, cuando ven un producto de calidad, lo siguen, y “Cacau” fue la prueba de ello.
Siempre digo a mis amigos que si quisiera ser rico habría continuado como modelo.
Sí, es en la actuación donde me siento en casa. Siempre digo a mis amigos que si quisiera ser rico habría continuado como modelo. Para estar en la actuación se necesita pasión. Hay muchos obstáculos y es un camino difícil de recorrer… pero como me gusta, aquí seguiré… ¡feliz!
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