Primera surfista profesional portuguesa, impulsora del surf femenino y fundadora del proyecto Waves & Minds, Joana Rocha utiliza el océano como espejo interior y herramienta de transformación para jóvenes y familias. En esta entrevista íntima, reflexiona sobre su recorrido, los desafíos emocionales de las nuevas generaciones y cómo el mar puede enseñar a vivir.
1. Cuando Miras al inicio de Tu Carrera, ¿Qué Crees que Representaste para las Nuevas Generaciones de Chicas Surfistas en Portugal?
Al principio, éramos muy pocas chicas en el agua, y aún menos en los podios. Mi recorrido abrió camino en una época en la que el surf femenino era casi invisible. Siento que, de alguna manera, abrí las puertas para que otras pudieran soñar más alto. Fue romper barreras en una sociedad con muchas expectativas limitantes hacia las mujeres, lo cual no es fácil. Creer que era posible ser surfista profesional en 2004 y convertirme en la primera en Portugal fue un salto al vacío.
Durante 12 años, con Rocksisters, una iniciativa que creé con mi hermana, organizamos eventos exclusivamente dedicados al surf femenino, que llegaron a reunir a más de 2000 chicas. Creamos un espacio de pertenencia, de fuerza, de inspiración. Hoy, me llena de orgullo ver a Portugal liderando el surf femenino en Europa, con atletas increíbles como Francisca Veselko (Campeona Mundial Junior 2022), Teresa Bonvalot (Campeona Europea 2022), Yolanda Sequeira (quinta en los Juegos Olímpicos de Tokio), Mafalda Lopes (Campeona Europea 2023), entre muchas otras.
Hace 20 años esto era impensable. En aquella época, nadie ganaba a las francesas. Ver esta evolución me confirma que valió la pena creer y remar contra la corriente. Y eso me emociona profundamente.

Joana Rocha
2. ¿En Qué momento te Diste Cuenta de que el Surf Podía ser Más que una Competición y Convertirse en un camino de Desarrollo personal?
Mucho antes de competir, el surf ya había cambiado mi vida. Era extremadamente tímida, hasta el punto de no poder hablar en público antes de los 14 años. No era que no supiera qué decir, sino que la vergüenza era tan grande que me callaba. Fue el mar quien me devolvió la voz. Allí me sentía libre, completa, valiente.
Más tarde, con la maternidad, esa conexión adquirió un nuevo significado. El surf dejó de ser solo superación física, y pasó a ser un espejo de lo que ocurre en mi interior. Comprendí que en el mar podía trabajar emociones profundas: el miedo, la escucha, el coraje y la presencia. Y ahí empezó a transformarse todo.
3. ¿Cómo Nació el Proyecto «Waves & Minds» (Olas Y Mientes) y Qué te Impulsó a Unir el Surf con el Coaching Emocional?
Waves & Minds nació del deseo de unir todo lo que me transformó: el mar, el autoconocimiento y la maternidad. El gran impulso vino cuando emprendí un profundo camino formativo. Estudié durante tres años en la Awareness Facilitator School by Working with Satya, una escuela que combina psicoterapia moderna con sabiduría ancestral. Fue un puente entre ciencia y espiritualidad que me enseñó a mirar hacia dentro con más verdad y a estar con los demás con más presencia.
Además, me formé en Kids & Teens Coaching en el Instituto Infantojuvenil y profundicé en diferentes herramientas ligadas a la inteligencia emocional. A partir de ahí, nació un método donde el surf es solo el punto de partida. Porque en el mar todo se revela: la frustración, el miedo, el entusiasmo, la valentía… y a partir de esa verdad sentida en el cuerpo, trabajamos con los jóvenes. Waves & Minds es un espacio donde las emociones son bienvenidas, donde se escucha lo que hay detrás del comportamiento y donde crecer se convierte en una experiencia de autenticidad, presencia y conexión.

Joana Rocha
4. ¿Qué Tipo de Transformaciones has Observado en los Jóvenes que Participan en tus Programas? ¿Hay Alguna Historia que te Haya Marcado Especialmente?
Hemos acompañado a más de mil niños y adolescentes, y las transformaciones son reales: más confianza, autenticidad, escucha y un profundo sentimiento de pertenencia. El trabajo en grupo es una de las grandes fortalezas de Waves & Minds. Es en el reflejo del otro donde ocurren grandes descubrimientos. Cuando alguien comparte algo difícil y otro responde “yo también me siento así”, se produce una sanación silenciosa. Entienden que no están solos, que sentir no es una debilidad, es simplemente humano.
Al final de cada campamento, cada joven escribe cuál fue su mayor aprendizaje. Los niños suelen hablar de la importancia de poder expresar lo que sienten. Los adolescentes destacan el impacto de sentirse escuchados, reconocidos e incluidos. Descubren el poder de la empatía y el valor de pertenecer a un grupo donde pueden ser auténticos.
Una historia que guardo con mucho cariño es la de un chico de 11 años que pidió la palabra ante el grupo. Compartió, con valentía, cómo se sentía al ser burlado por venir de un determinado país. Todos escucharon en silencio, con respeto. Y, sin que yo dijera nada, uno de los chicos que lo había herido se levantó, fue hacia él, le pidió disculpas y le dio un abrazo sincero. La energía del grupo cambió por completo. Se comprendieron sin juzgarse. Fue un momento simple, pero profundamente transformador.
5. ¿Crees que el Mar Puede ser un Espejo de lo que Sentimos por Dentro? ¿De qué Forma la Conexión con la Naturaleza Influye en el Equilibrio Emocional de los Jóvenes?
¡Sin duda! El mar nos enseña que todo cambia: las olas, el viento, las corrientes… igual que las emociones. Nos muestra cómo aceptar, volver a intentar, cómo escuchar. La conexión con la naturaleza ayuda a los jóvenes a salir del exceso de estímulos y volver al cuerpo, a la respiración, al momento presente. En el mar no hay filtros ni distracciones, solo verdad.

Joana Rocha
6. ¿Qué te Parece más Desafiante en tu Trabajo con Adolescentes: Enseñar la Técnica del Surf o Trabajar Aspectos como el Miedo, la Autoestima o la Ansiedad?
Trabajar las emociones es el mayor reto y también el más transformador. Enseñar surf es técnico, sigue un proceso. Pero lidiar con el miedo al fracaso, la comparación constante, la voz crítica interior… eso exige presencia, empatía y mucha escucha. Escuchar es algo que me viene de forma natural. De niña, hablaba poco, pero escuchaba mucho. Ese silencio me enseñó a observar, a sentir, a captar lo que muchas veces no se dice. Tal vez por eso, hoy, la escucha sea una de mis herramientas más poderosas. Es en ese territorio invisible donde ocurre el verdadero crecimiento.
7. ¿Sientes que los Jóvenes de Hoy en Día Están más Frágiles Emocionalmente? ¿Qué Papel Puede Tener el Surf como Antídoto en un Mundo tan Acelerado y Exigente?
Veo jóvenes cada vez más sobrecargados, con menos tiempo para simplemente ser. El surf les ofrece eso: pausa, desafío saludable, risa genuina. En el mar no hay “likes” ni prisa, solo cuerpo, naturaleza y presencia. Y eso, hoy, es revolucionario.
8. ¿Cómo es Tu Día a Día entre la Vida Familiar, los Entrenamientos, el Coaching y los Momentos Personales en el Mar?
Es una danza entre muchas partes, con imperfección y mucho amor. Tengo gemelos de 9 años y la maternidad sigue siendo mi mayor escuela. Me enseña todos los días a escuchar, ajustar y ralentizar.
Organizo mi vida en torno al mar. Antes de confirmar una reunión, siempre reviso la previsión del oleaje. Si el mar está bueno, voy al agua y cambio la hora. Aunque solo sea media hora, ese baño me reconecta.
Después del colegio, mi tiempo es para mis hijos. Y en medio de todo eso, Waves & Minds sigue creciendo con un equipo comprometido que me acompaña. Hoy muchos padres ya no saben qué hacer ni en qué creer: hay exceso de información, mucha de ella contradictoria. Por eso creamos programas anuales y campamentos de verano que también incluyen a los padres, con herramientas prácticas para la vida familiar. Queremos ser un apoyo real, no solo para los jóvenes, sino también para quienes los guían cada día.
9. ¿Crees que la Educación Emocional Debería Integrarse en las Escuelas, Quizás Incluso A través del Deporte?
Lo creo profundamente. En la escuela aprendemos matemáticas, historia… pero no aprendemos a lidiar con la tristeza, el miedo o el rechazo. Y esas son lecciones fundamentales para la vida. El deporte puede ser un puente increíble para ese trabajo, porque en el cuerpo todo se siente con verdad, sin filtros.
Ese es nuestro sueño con Waves & Minds: llevar estos programas de crecimiento emocional a las escuelas. Crear espacios donde los jóvenes puedan desarrollar su inteligencia emocional con apoyo, con lenguaje accesible y experiencias compartidas. Aprender a ser debería ser tan básico como aprender a leer.

Joana Rocha
10. ¿Qué Herramientas Concretas Utilizáis en Vuestros Programas para Trabajar el Autoconocimiento y el Liderazgo en los más Jóvenes?
Cada día de nuestros campamentos o programas gira en torno a un tema: la voz interior, la regulación emocional, el trabajo en equipo, la superación, y antes de terminar, la integración. Guiamos a los jóvenes en un recorrido vivencial adaptado a la edad y el lenguaje de cada grupo.
Utilizamos herramientas que fomentan la escucha y la expresión segura y creativa: círculos de palabra, coaching y técnicas terapéuticas, meditación activa, psicología positiva, ejercicios somáticos, movimiento corporal, danza, teatro, rituales ancestrales como hablar con el fuego, arte y mucho juego.
Creemos que el autoconocimiento ocurre en el cuerpo, en la relación, en el juego y en el silencio. Todo está pensado para que cada joven pueda sentirse parte, arriesgar, confiar y descubrir su fuerza en un ambiente de presencia, ligereza y profundidad.
11. ¿Qué has Aprendido Sobre ti Misma al Acompañar a otros en su Crecimiento Emocional?
He aprendido a reconocer en mí todo lo que antes intentaba esconder. Al acompañar a los jóvenes, me fui reconociendo. Me vi reflejada en sus dudas, en sus miedos, pero también en su creatividad, su ligereza y su valentía. Entendí que enseñar es, en realidad, un proceso de escucha mutua donde todos crecemos.
También aprendí a confiar más en el silencio, a no intentar “salvar” o “arreglar”, sino simplemente estar presente. Crecer emocionalmente no se trata de eliminar el dolor, sino de crear espacio para sentirlo con seguridad. Y eso transformó profundamente la forma en que me cuido como madre, mujer y facilitadora.
12. ¿Qué Mensaje le Darías a una Adolescente que Tiene Miedo de Arriesgar o de no ser Aceptada tal y como Es?
Arriesgar da miedo, sí. Pero esconder quién eres duele más. No se trata de encajar, sino de no perderte.
Ser aceptada por los demás no vale más que aceptarte a ti misma. Y cuando te permites ser quien eres, incluso con miedo, creas espacio para que los demás también se sientan libres para serlo.
Ve. Haz. Di. Viste. Elige. Aunque tiembles.
Porque ahí empieza tu libertad y tu fuerza.
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