Deporte

Nuevo Desafio Para el Dúo de Piragüistas, António Palavra y Luís Vieira

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Después de completar una desafiante carrera de 725 km en el río Loira en Francia en 2022, los dos amigos decidieron asumir un desafío aún mayor: la competencia en el río Yukón, que se extiende a lo largo de 1600 km entre Canadá y Alaska en autosuficiencia, más de la mitad sin acceso a apoyo, y que solo tiene 30 parejas más en la competencia.

El dúo de piragüistas portugueses, António Palavra y Luís Vieira, se preparan para afrontar la regata de piragüismo más dura del mundo.

En una entrevista, los dos atletas compartieron sus motivaciones, preparativos y expectativas para esta épica aventura.

«El reto de ser la regata más larga y dura del piragüismo fue sin duda la razón principal» y eso creció después de completar una regata de 725 km en Francia-Loire en 2022″, explicaron los piragüistas.

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El Dúo de Piragüistas, António Palavra y Luís Vieira  Portugal

«La carrera del Loire, a pesar de que teníamos apoyo en tierra, fue bastante dura. Fue un año de sequía, el río tenía un caudal muy bajo, cogimos temperaturas muy altas y días lluviosos, y la «idea de postular a la carrera del Yukón surgió después» de esa carrera donde «sentimos que podíamos hacer más», dijeron.

La competencia comienza el 12 de julio en Whitehorse, Canadá, y termina en Alaska en el puente Dalton sobre el río Yukón.

António y Luís fueron seleccionados entre 1000 candidatos, a través del análisis del currículo deportivo y una entrevista. «En esta entrevista, quisieron entender nuestro perfil y experiencia, no solo como remeros, sino en otras experiencias que permitieran a la organización garantizar que nuestro dúo tenía las habilidades para terminar la carrera de manera segura sin ningún tipo de apoyo externo», subrayaron.

A pesar de una larga experiencia, los piragüistas son conscientes de las numerosas dificultades a las que se enfrentarán durante los 1600 km, refiriéndose en particular al «esfuerzo físico de remar 18 horas y dormir de 4 a 5 horas, los osos que están presentes en esa zona y especialmente en nuestras mentes, el riesgo de volcar el barco y perder el equipo de apoyo y el contacto con el exterior,la comida que tenemos que transportar (…)», asumieron los deportistas.

La preparación física y mental para esta expedición ha sido intensa y meticulosa y comenzaron de inmediato «recopilando toda la información posible sobre la carrera y el río, y sobre los informes de los antiguos participantes. Con el fin de comprender mejor, comenzaron a también a «mirar el río a través de plataformas como Google maps y Earth», así como escuchar varios «poodcasts y reportajes de otros atletas» que se volvieron imprescindibles para entender el desafío que se avecinaba.

«En una segunda fase, empezamos a trazar escenarios de cómo se puede llevar a cabo la carrera, (…) Crear protocolos y tareas bien definidas para los momentos de gestión alimentaria y logística. (…)

También consideramos escenarios adversos, como fuertes lluvias, y ajustamos los procedimientos de vestimenta para evitar la pérdida de temperatura y mantener la ropa seca», explicaron los kayakistas.

Esta meticulosa planificación siempre tuvo en cuenta que «los imprevistos son inevitables y que necesitaríamos flexibilidad para afrontar y resolver algunas sorpresas en el camino».

También a nivel físico, la competición es muy exigente y para ello siguen «un plan de entrenamiento con muchas horas en el agua de Kyak en esta fase de preparación», contando además con «el apoyo de la Facultad de Ciencias del Deporte y Educación Física de Coimbra» para ayudarles en un mejor rendimiento físico.

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La logística de una regata tan exigente como esta es compleja y para eso «tenemos que llevar todo lo necesario durante diez días dentro de la embarcación, lo que implica casi 40 kg de peso extra», y «durante la parada obligatoria de 6 horas, tendremos que montar la carpa lo antes posible y dejar el sistema de filtración de agua funcionando para tener de 8 a 10 litros para el día siguiente (…) duerme, y vuelve a cargar el bote y rema durante 17 horas».

Una de las mayores preocupaciones de António y Luís, es la temperatura, y por ello, optaron por ropa técnica para hacer frente a las diversas condiciones meteorológicas, y lo que consideran más importante para esta carrera lo llevarán «por duplicado, como el remo, el GPS, el sistema de filtración de agua, el sistema para calentar el agua», explicaron.

El apoyo de la Federación Portuguesa de Piragüismo fue para los atletas «un momento de gran alegría.

Esta alianza nos suma, por un lado, una mayor responsabilidad y, por otro, es el reconocimiento del mérito de haber sido seleccionados para una carrera de esta magnitud», confesaron. Representar el piragüismo con los colores de Portugal es, sin duda, un «momento de orgullo y responsabilidad añadida», dicen los atletas.

António y Luís muestran tranquilidad sobre el momento de la competición y no sienten «ninguna ansiedad». Estamos haciendo nuestro trabajo y casa y creemos que nuestra preparación física y mental estará lista el 12 de julio. (..) Vamos a competir. Así que nuestra expectativa es luchar para hacer todo lo que esté a nuestro alcance para llegar lo más lejos y lo más rápido posible».

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El hecho de saber que se enfrentan a una fuerte competencia y a profesionales experimentados es otro añadido a su motivación para participar en esta aventura, afirmando que «a medida que avance la preparación iremos ganando confianza y garantías de que estamos preparados para el reto».

El apoyo de la Federación Portuguesa de Piragüismo fue para los atletas «un momento de gran alegría. Esta alianza nos suma, por un lado, una mayor responsabilidad y, por otro, es el reconocimiento del mérito de haber sido seleccionados para una carrera de esta magnitud», confesaron. Representar el piragüismo con los colores de Portugal es, sin duda, un «momento de orgullo y responsabilidad añadida», dicen los atletas.